
Los mallorquines demuestran que el poder de una buena canción no necesita reinventarse, solo ejecutarse con pasión y precisión
Si hay algo que Goodfellows entienden mejor que nadie es que el powerpop no es un género, es un mandato divino. Con Love Themes Vol. I (Espora Records), su último disco, reafirman su devoción por melodías afiladas, guitarras brillantes y ritmos que exigen movimiento. Diez canciones, diez latigazos directos: ni un segundo de relleno, ni una nota fuera de lugar.
Desde el primer acorde de «One Good Reason», queda claro que Goodfellows no están aquí para experimentar, sino para perfeccionar. La fórmula es la de siempre: versos que se clavan, estallidos de coros, solos que cortan como navajas, pero ejecutada con una energía que convierte lo familiar en vital. «I’ll Be Back to You» acelera el pulso con un riff contagioso, mientras «Don’t Let It Be Too Late» hunde sus raíces en el britpop más melancólico, demostrando que, incluso en medios tiempos, la banda sabe dónde poner el gancho.
El single «I Love Your Way» es un guiño descarado a The Pretenders, pero filtrado por la obsesión de Goodfellows con la perfección pop. Y en «Si No Estás», el único tema que abandona momentáneamente el inglés, rinden tributo al pop español sin perder un ápice de su esencia: guitarras cristalinas, armonías vocales que enamoran. No son canciones, son declaraciones de principios.
El garaje resurge en «Ready For Your Love» y «Shaky Lucy», recordándonos que bajo el brillo siempre late un corazón sucio. Pero el momento más conmovedor llega con «The Name Of These Girls», un homenaje a los Beach Boys que trasciende lo nostálgico para convertirse en algo propio, teñido de teclados celestiales (cortesía de Deïna Lillo, de Germans Tanner).
Grabado entre Diorama Sound, POK Studio y Egstassy Studio, con productores como Pablo Ochando y Juanjo Tomás, el disco suena tan vivo como si lo hubieran tocado en tu salón. Y quizás ese sea el secreto: Goodfellows no hacen música para ser analizada, sino para ser sentida. Diez canciones, diez latigazos, diez razones para creer que el powerpop sigue siendo, en sus manos, una religión incuestionable.
El powerpop no es un género que perdone mediocridades: exige melodías impecables, energía contagiosa y un corazón sincero. Love Themes Vol. I nos demuestra que Goodfellows no solo cumplen con esos requisitos, sino que los elevan a algo cercano al arte. No hay pretensiones aquí, solo canciones que suenan como si siempre hubieran existido, esperando a que alguien las tocara con esta pasión. Diez latigazos, sí, pero de esos que dejan huella. Y, sobre todo, ganas de más.
Publicado por:
Director de Mallorca Music Magazine, ejerciendo de fotógrafo, editor y redactor.
Apasionado de la buena música y las artes escénicas.
Fotógrafo especializado en fotografía musical y de conciertos.
No hay comentarios